Educar a jóvenes de riesgo social
La via de la ética supone la concienciación de la culpa, la penitencia y la conversión. Una decisión personal, ahora o nunca. Y siempre queda el interrogante: ¿cambiará el mundo y sus estructuras destructivas si cambian los individuos ya destruidos?
Pero quizás sean absolutamente inútiles estas llamadas a la moral dirigidas a seres literalmente "perdidos", incapaces ya de cualquier respuesta. Es el momento de la compresión profunda, de la simpatía, de la compasión (dos palabras para decir lo mismo: experimentar, padecer conjuntamente), de la confianza progresiva...
http://www.sunyol.net/libro/index.htm
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