Efectos del abandono
Para que un niño sea dado en adopción, es necesario que sus padres biológicos hayan renunciado a él. En la mayor parte de los casos, esta renuncia implica abandono. Independiente de la causa que originó el abandono, para la realidad psíquica del niño que no capta racionalmente los hechos, la muerte de los padres por ejemplo, es vivida como un abandono, como una falta de amor. De ahí que todo niño adoptado puede llevar implícita la condición de abandonado.
- Abandono in útero: La madre psicótica, la madre que rechaza el embarazo y las madres que reaccionan ambivalentes ante la llegada del hijo, transmiten al feto estos sentimientos y se encuentran incapaces de establecer contacto afectivo con él, lo que redundará en problemas de personalidad posteriores. El abandono in útero sienta las bases de una personalidad depresiva y vulnerable a las situaciones de estrés.
- Primeros 6 meses: La separación de la madre a esta edad implica que el niño pierde sus sentimientos de seguridad. Alrededor del 3ª y 4ª mes el niño empieza a contactar con el ambiente que lo rodea y puede reconocer a la figura materna y personas significativas.
- De 6 meses a un año: Los niños de vuelven más tímidos y un nuevo vínculo se da más fácilmente si el niño ha tenido inicialmente una relación segura. Según parece el abandono en esta edad tiene peores consecuencias para el desarrollo de la psiquis, que en otros momentos. Los niños adoptados pueden manifestar problemas para establecer relaciones socio emocionales seguras con sus cuidadores y otras figuras significativas en sus vidas.
- Posterior a l año: Los efectos van a depender de los vínculos establecidos en los 2 primeros años. Si han sido buenos y hay figura sustituta es probable que el niño logre establecer buenos lazos afectivos. Si las experiencias anteriores han sido malas es difícil que genere buenos lazos.
- En el caso de niños y niñas mayores de 3 años, pueden presentar una alteración de la personalidad si han sufrido abandono continuado y falta de oportunidades para formar el lazo materno-infantil o carencia emocional o falta de amor de la madre durante un período limitado de 3 a 6 meses.
El niño o niña insertado en una familia acogedora, vinculado a sus padres, recobra un espacio que le permite establecer nuevos vínculos, repitiendo ahora un patrón de vinculación sano. Sin embargo debe considerarse que muchos niños y niñas que son dados en adopción han sufrido traumas por eventos en sus familias de origen, en los hogares de menores, o por múltiples cambios de un hogar a otro. Si bien a la mayoría de los padres creen que con el cuidado y el amor que le brindarán al menor éste podrá recuperarse, esto puede no resultar así.
El abandono o la negligencia que ha subrido un niño o niña puede generar en él o ella una indefensión aprendida. Este es un estado en el cual se aprende que ante sucesivos fracasos haga lo que se haga no se va a conseguir el objetivo. Esta indefensión aprendida es un caldo de cultivo ya que acoge toda una serie de calificativos y sentimientos negativos en el niño o niña, que lo aprende y arrastra durante toda su vida, como miedo, tristeza, inseguridad, etc.
Las consecuencias de este abandono y la incapacidad de crear apegos seguros, pueden ser imposibilidad de soportar la frustración, inaccesibilidad, se distraen con facilidad, carencia de sentimientos e imposibilidad para formar nuevas amistades, relaciones humanas superficiales que pueden generar un amplio círculo de pseudo amigos, falta de respuesta emocional apropiada acompañada de despreocupación, engaño, mentira y evasión, frecuentemente sin sentido, presencia de conductas agresivas que se presentan desde las formas más ligeras de negativismo o burla, hasta las más severas de delincuencia, pueden despertar agresividad en quienes los cuidan.
http://adoptivanet.info/encasa/salud-abandono.php
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