Psicología de la mentira (II): Comunicación no verbal del engaño
El otro día hablamos de los tipos de mentiras y hoy hablaremos de como interpretar el engaño en la comunicación no verbal.
La Psicología de la Comunicación establece que entre el 50 y el 70 % de los mensajes emitidos o recibidos son no verbales. Sólo una parte puede controlarse voluntariamente y con el engaño es bastante difícil ocultar esas señales.
Son señales que normalmente ignora el que comunica, pero que la gente se da cuenta de esas señales. A través de ellas podemos conocer los sentimientos y actitudes de las otras personas, si se intentan esconder, o si hay incongruenciasentre el mensaje hablado y el no hablado.
La mayor parte de la comunicación no verbal se realiza en apoyo del lenguaje en forma que los gestos, miradas y la expresiones faciales, ya que en muchas ocasiones completa el significado de las palabras, indica el grado de atención que presta la persona que escucha a quien está hablando…
La utilización de la comunicación no verbal sigue cuatro principios: familiaridad, conjunto, congruencia y contexto.
1. Familiaridad: Conocimiento que se poseemos de la situación en el que se produce la interacción (familiaridad situacional) y del que se tiene de la persona que emite y observa las señales no verbales (familiaridad personal).
En la interpretación de las señales no verbales del engaño, la familiaridad personal desempeña un papel muy importante. No utilizamos los mismos gestos con la misma frecuencia ni con la misma intensidad, cuando estamos con conocidos que cuando estamos ante desconocidos. Con los desconocidos no se emplea la comunicación no verbal con la misma naturalidad que con las personas con quienes se trata a menudo. Una persona conocida está familiarizada con nuestra respuesta no verbal, puede detectar emociones inesperadas y puede identificar intentos de disimulo.
2. Conjunto: Las señales no verbales no se emiten nunca solas, sino en conjuntos. Deben analizarse formando parte de un todo no como señales aisladas. Es conveniente observar todo el cuerpo y en especial el rostro y las manos.
3. Congruencia: Uno de los indicios del engaño es la incongruencia entre las señales verbales y no verbales. Las señales verbales son congruentes entre sí y congruentes con las no verbales siempre. Cuando hay congruencia entre ellas, la comunicación es clara. Un ejemplo de incongruencia es la sonrisa de disimulo que sirve para ocultar emociones.
4. Contexto: El empleo de las señales no verbales se rige por aspectos del contexto que determinan la comunicación dentro de una misma cultura. Existen aspectos propios del país, de la ciudad o de la región, de la clase social, de la categoría profesional o jerárquica y del entorno laboral. Un contexto serio va acompañado de una emisión limitada de señales no verbales, mientras que un contexto informal insta a una mayor expresividad.
INDICIOS NO VERBALES DE LA MENTIRA
No existe ningún indicio no verbal del engaño que sea válido para todas las personas.
El mentiroso piensa más en lo que dice y menos en su comunicación no verbal. Es más fácil controlar las palabras que las expresiones y microexpresiones de la emoción.
Hay tres razones principales por las que la conducta no verbal puede revelar el engaño:
1. Mentir provoca estrés, miedo y esfuerzo que se traducen en expresiones y gestos observables. Los indicios no verbales expresan emociones de miedo o de no preparación de la mentira.
2. El intento excesivo de controlar la información produce actuaciones artificiales con poca emoción, pocos gestos y movimientos, que revelan una incongruencia entre el lenguaje verbal y el no verbal.
3. Los procesos cognitivos superiores que acompañan al acto de mentir llevan a conductas no verbales involuntarias.
Según Ekman hay 35 indicios que pueden revelar que una persona está mintiendo. La sola presencia de uno de estos signos no es un indicador seguro de que la persona esté mintiendo. Algunos de los indicadores son gestos y expresiones inconsistentes en el contexto de la conversación.
PRINCIPALES INDICADORES DEL ENGAÑO.
Expresiones y microexpresiones faciales.
Las expresiones emocionales auténticas no duran muchos segundos, sin embargo,cuando su duración es de cinco a diez segundos tienden a ser falsas. Las microexpresiones faciales son movimientos muy rápidos que aparecen en la conversación, abarcan todo el rostro y están intercalados entre expresiones faciales normales. Son inesperadas y aparecen en un contexto de poca expresividad mientras se habla. Tardan menos de una vigésima de segundo en producirse, son muy difíciles de percibir a simple vista. En las investigaciones de Ekman encuentra que las personas que mienten tienden a simular sus expresiones faciales, pero no pueden evitar la aparición de estas rápidas expresiones que les delatan.
Sonrisa.
La sonrisa es una de las formas habituales de disimular una emoción .
En los estudios de Ekman y O’Sullivan la sonrisa se utiliza para enmascarar las expresiones emocionales negativas como la ansiedad y el miedo. El mentiroso utiliza la sonrisa para ocultar sus auténticas emociones. Los músculos que producen la sonrisa, en especial el músculo zigomáticoal contraerse, posee el efecto de estirar la comisura de los labios hacia los lados y hacia arriba.
La risa falsa que puede encubrir una emoción que no se quiere revelar. Por su parte, la sonrisa verdadera va acompañada de la contracción del orbicular de los ojos, que eleva el párpado inferior cubriendo parcialmente los ojos.
La risa nerviosa es un indicador típico de ocultación.
Voz.
En situaciones de ansiedad y estrés la voz humana se vuelve más aguda elevando su tono. La persona tiene más dificultad para modular la voz y entonar. Puede aparecer una ligera afonía. Se tiene que prestar atención a los cambios de voz ante las preguntas clave. Sin embargo, la ausencia de cambios no es signo de veracidad.
Ritmo del habla.
El habla posee un patrón consistente casi rítmico. Cuando alguien se pone nervioso este patrón se vuelve más lento, inconsistente y con errores en el habla debidos al nerviosismo y al esfuerzo mental que necesita para controlar lo que va diciendo.
Gestos.
Las personas utilizamos en la conversación una o las dos manos para adornar con gestos una comunicación. La persona que miente no se siente cómoda al reforzar con gestos sus respuestas verbales y éstas tienden a ser artificiales. Emplea menos gestos demostrativos. Los mentirosos utilizan menos movimientos antigravitatorios, como levantar las cejas, que demuestra convicción y fe en las palabras que uno pronuncia o levantarse de puntillas cuando están de pie al terminar una frase para añadir énfasis.
La mirada esquiva o huidiza señala al mentiroso. Por ello, atender a la actividad ocular es la forma más corriente de evaluar la mentira. Muchas personas piensan que es el mejor indicador. Sin embargo, factores de personalidad o culturales pueden influir en la manera de establecer el contacto ocular. Desviar la mirada es un signo de estrés. El mentiroso mirará a otro lado justo antes de responder o durante las primeras palabras de la respuesta.
Principales signos de nerviosismo.
1. Falta de control de las extremidades : se escapa una patada seca contra otra silla, se mueven los pies incesantemente o se manipulan objetos como sujetapapepeles, bolígrafos o gafas…
2. Automanipulaciones : tocar con las manos la cara, las orejas y el cabello, frotarse la nariz; retirar hilos reales o imaginarios de la ropa, sacudirse el polvo o la caspa, ajustarse las gafas, jugar con el pelo, estirar, acariciar o retorcer collares, pendientes o joyas. Son indicios de mentira cuando aparecen sistemáticamente asociados a respuestas específicas sobre el tema que se investiga.
3. Cambios asociados a la sudoración: sudor en el labio superior; rascarse la nariz ante preguntas comprometedoras… Es lo que se conoce con el nombre deefecto Pinocho: al mentir se dilatan los vasos sanguíneos de la nariz de forma que ésta se hincha.
4. Sequedad en la garganta: Se debe a la inhibición de la secreción salival que acompaña al estrés y a la consiguiente sequedad de garganta.
5. Signos de preocupación y esfuerzo mental intensos: arrugar la frente y el entrecejo o apretar los labios.
6. Dificultades respiratorias: suspiros, ritmo respiratorio rápido y superficial.
7. Parpadear con más frecuencia que las personas que dicen la verdad: contracciones involuntarias de párpados y cejas.
8. Revolverse inquieto en el asiento.
9. Errores en la articulación de palabras: «se traba la lengua» o muestran vacilaciones al hablar.
Postura
La postura de la persona sincera suele ser «abierta», frontal, inclinada hacia delante y alineada con el que habla. La persona que miente tiende a apartar su cuerpo del entrevistador y a alinearse de forma oblicua, no de frente. Tiende también a inclinarse más hacia delante para apoyarse. Adopta una postura rígida y defensiva, con muy pocos cambios corporales.
Levanta barreras corporales: cruza brazos o piernas más frecuentemente que los que no mienten o se acompaña de gestos como taparse la boca o la cara.
En resumen la detección del engaño basada en indicios no verbales se apoya en aprender a observar, en conocer bien los comportamientos no verbales que provocan las emociones y en comparar el comportamiento no verbal en especial si hay cambios importantes cuando hay información clave.
http://www.benitezrafa.es/engano-psicologia-de-la-mentira-ii-comunicacion-no-verbal/
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