Educadores de una entidad denuncian coacciones y desatención a los 'menas' que acogen per Elisenda Colell
La Cooperativa Eduvic acusa los
trabajadores de mentir y no colaborar con el comité de empresa
Educadores que pagan habitaciones
de hotel para poder trabajar, menores de 14 años sin escolarizar y una
instalaciones que no están preparadas. Estas son algunas de las reivindicaciones
que un grupo de empleados de la Cooperativa Eduvic han planteado este jueves en
rueda de prensa. “La Generalitat sabe que estamos desatendiendo a los niños,
solo esperan que todo estalle”, ha sentenciado uno de los empleados, Conrad
Ruiz. La empresa asegura que estos trabajadores falsean la realidad. Solo
admiten haber tenido que alojar a los jóvenes en hoteles, albergues y casas de
colonias por la dificultad que supone el rechazo social hacia estos menores
En el último año, la Cooperativa
Eduvic, que gestiona una decena de centros del sistema de protección de la
Generalitat, ha pasado de 170 a 450 trabajadores, según confirma la propia
empresa. El motivo, la apertura de varios centros de emergencia y acogida para
los menores migrantes sin referentes familiares en Catalunya. Según estos
trabajadores, el comité de empresa se deshizo, y los trabajadores aseguran
haber estado sometidos a una “presión brutal”. Tras varias asambleas, unos 60
empleados decidieron crear la plataforma ‘Eduvic en Lluita’, para canalizar sus
demandas y críticas frente a la “nefasta atención social” que reciben los
menores. La empresa asegura que el comité sigue exiendo, aunque ha perdido dos
personas, y achaca que este colectivo nunca ha querido participar del comité ni
trasladadarles a ellos sus inquietudes.
Jóvenes "desatendidos"
Según los cálculos de los
empleados, han sido 13 jóvenes los que, en las últimas semanas, han sido
desalojados de los centros de protección por haber cumplido la mayoría de edad.
“No tienen familia, no tienen amigos ni tienen recursos aquí, se van a la
calle”, ha dentenciado Ruiz, que asegura que hay quien ha optado por alojar los
chicos en su casa de forma provisional. Àngela Nicolotti, miembro de la junta
de la entidad, asegura que esta situación se ha dado en solo una o dos
ocasiones a lo largo del año pasado. "Estos datos no son ciertos, aunque
cuando nos ha sucedido ha sido muy duro y alargamos su estancia más tiempo de
lo debido", explica.
No es el único problema que viven
los menores según los trabajadores. “Hay niños de 13, 14 o 15 años que no están
escolarizados”, ha explicado. Niolotti lo niega. "Los que no están yendo a
clase están aprendiendo catalán para poder entrar en la escuela y enterarse de
la docencia", sentencia. Otra crítica de los trabajadores es que los niños
con problemas mentales o adicciones no están siendo correctamente atendidos por
los psicólogos, que van "saturados". La entidad asegura que los casos
más graves han sido trasladados a equipamientos adaptados, y el resto reciben atención
psicológica y educativa individual.
Centros sin acondicionar
Ruiz también ha criticado las
“nefastas infraestructuras” en las que tienen que trabajar. Como ya ha contado
este diario, hay hoteles, hostales o casas de colonias que prestan este servicio.
Han puesto el ejemplo de un centro que aloja a menores en un hotel de Calella.
La entidad admite estar usando dos hoteles provisionales donde se los menors
conviven con turistas, además de albergues y casas de colonias en uso exclusivo
a más largo plazo. "Tenemos graves problemas para encontrar alojamientos,
cuando los propietarios saben que son para menores migrantes dicen que no nos
lo alquilan", asegura esta representante empresarial. Y pone de ejemplo el
lugar donde debían instalarse menores en Rubí y que ha sido paralizado.
El otro está en Calella. “Estos
trabajadores han sido desplazados de centro hasta en cuatro ocasiones en menos
de un año”, ha explicado el trabajador. “Algunos de ellos están pagando de su
bolsillo una habitación del hotel para dormir porqué no tienen tiempo para
regresar a su casa y volver al día siguente”, además de criticar no tener ni
dietas para el transporte. Añaden que
tienen que convivir con humedades y mal estado de las instalaciones “En el
centro de Masnou hace pocos días cayó el techo de una habitación”, ha
asegurado. La empresa niega que ningún trabajador haya tomado esta medida y
dice haber facilitado opciones de taxi para los trabajadores para volver a
casa, aunque por un "problema con los proveedores" no lo han podido
mantener.
Quejas laborales
Pero más allá del espacio y la
atención recibida, los educadores e integradores sociales lamentan las
condiciones laborales en las que trabajan. “Cuando un compañero recibe una
agresión, Eduvic nos deja solos”, ha dicho Ruiz. No solo eso, aseguran que la
empresa no les permite ir a la mutua a hacer el parte para evitar que el
incidente conste en las esadísticas de la Dirección General de Atención a la
Infancia. "Esto es falso, lo único que les hemos dicho es que tienen que
ir al momento porque algunos iban hasta cuatro días después de la
agresión", sentencia la portavoz empresarial, que asegura que la dirección
de la cooperativa ha estado siempre dispuesta a acmpañar a hacer la pertinente
denuncia.
Los empleados lamentan que han
estado varios meses cobrando con restricciones, debido a los impagos del
‘Govern’ a las entidades sociales. Aseguran que los contratos son precarios:
“algunos están cobrando en negro porque no han sido dados de alta en la
seguridad social, el resto estamos con contratos de obra y servicio aunque
llevemos casi un año”. La empresa lo niega, aunque reconoce que no pudo hacer
contratos durante una semana de agosto, cuando ampliaron los centros y recursos
humanos no daba abasto. Un problema resuelto explican, con la contraración de
dos personas más. Los trabajadores insisten que si un trabajador no acepta ser
trasladado lejos de su domicilio, la empresa les obliga a ir al paro de forma
voluntaria. “Esto no es legal”, ha asegurado este empleado. Desde la
cooperativa explican que lo único que pueden ofrecer es constar en la borsa de
educadores para volver a ser contratados en cuanto haya ocasión.
Dicen que el Govern lo sabe
Todas estas críticas laborales,
dicen los empleados, las han hecho llegar al Síndic de Greuges, a los gestores
de su empresa y a la misma Generalitat. “La DGAIA tiene miles de informes
contando esta situación, son conscientes de todo lo que está pasando y les da
igual, no quieren cambiarlo”, ha afirmado. “Esto es maltrato institucional,
racismo, una aberración y dejadez de funciones insoportable”. La empresa
replica que los tarabajdores solo se han puesto en contacto con ellos a través
de twitter.
La Generalitat niega los hechos
El Govern niega que haya ningún
niño desatendido, tal y como aseguran los empleados de la empresa.
"Desmentimos rotundamente que haya niños sin escolarizar en . los centros
de larga estancia", dicen fuentes de Afers Socials. Sí admiten estar
usando hoteles y algbergues para alojar los menores. Una situación que tildan
de "provisional" y que emmarcan en una "emergencia
humanitaria". Además, aseguran que los menores con necesidades epecíficas
son deribados a otros centros, y defien que hacen "todo lo posible para
para resolver problemas e incidencias".
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