EQUAR. Los estándares de calidad en acogimiento residencial

Los servicios sociales de los países desarrollados han ido avanzando desde una concepción de beneficencia.

En un principio estas ayudas eran concebidas como un acto graciable, hasta ir transformándose como una ayuda de respuesta a un derecho de los ciudadanos.

Probablemente, en los próximos años, este planteamiento que parecía tan evidente deberá someterse a reválida y hacer un estudio eficaz.

En cualquier caso, es a partir de la concepción de los servicios como derechos cuando empieza a aparecer la idea de que los usuarios tienen derecho a expresar su valoración sobre las prestaciones que reciben y, con ello, la idea de unos servicios de calidad.

Es por ello y a través del Psicólogo Jorge Fernández del Valle, de la Universidad de Oviedo, os dejamos este artículo publicado en el Boletín de Infancia núm. 76 – Marzo de 2014 del Departamento de Bienestar Social y Familia de la Generalitat de Cataluña.

EQUAR. Los estándares de calidad en acogimiento residencial

Los servicios sociales de los países desarrollados han ido avanzando desde una concepción de beneficencia en la que las medidas de ayuda eran concebidas como un acto graciable , hasta una de respuesta a un derecho de los ciudadanos . Probablemente, en los próximos años , este planteamiento que parecía tan evidente deberá someterse a la reválida de una crisis financiera internacional que la amenaza. En cualquier caso, es a partir de la concepción de los servicios como derechos cuando empieza a apareció la idea de que los usuarios tienen derecho a expresar su valoración sobre las prestaciones que reciben y, con ello, la idea de unos servicios de calidad.

En el campo de los servicios sociales de familia y la infancia el tema es más complejo.

Los menores de edad no suelen considerarse usuarios con derechos propios y lo que es bueno para ellos es un juicio que los adultos se suelen reservar ( particularmente en sociedades tan paternalistas como la nuestra ) más , cuando se trata de niños muy pequeños es obvio que no podremos contar con su opinión ( me refiero a menores de dos años , por ejemplo ) .(*Nota de ADENICAT al final del documento sobre el último párrafo)

Por otra parte, las familias que reciben las prestaciones , en muchos casos , lo hacen en contra de sus deseos y, por tanto , su criterio sobre la calidad y la pertinencia de los servicios deben ser interpretados desde esta perspectiva .

Uno de los acercamientos más relevantes que hay en el ámbito de la evaluación de programas es la definición de la calidad como un conjunto de prácticas que está definido a priori .

Los estándares de calidad de los servicios establecidos en los procedimientos de calidad que deberían desarrollar y, de esta manera, las dos funciones que deberían cumplir.

En primer lugar, suponen una guía para elaborar y desarrollar programas y, en segundo lugar, se convierten en criterios para evaluar la calidad de estos.

En este artículo presentamos los estándares de calidad en acogimiento residencial, promovidos y publicados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, con la coordinación de la FAPMI ( Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil ) y creados por nuestro Grupo de Investigación en Familia e Infancia de la Universidad de Oviedo . Comentaremos la estructura y el contenido de estos estándares que, por lo demás, pueden descargarse de la Web del Ministerio.1

Es importante señalar que los estándares se han publicado en dos documentos: uno carácter general, para todo tipo de hogares, y otro para los de tipo especializado, dedicados a adolescentes con problemas emocionales y conductuales graves. Aquí nos referiremos únicamente al general por razón de espacio.

1 Se pueden descargar de la página http://www.gifi.es o la Web del Observatorio de la Infancia del Ministerio:


2 Los principios que los fundamentan

Hay muchos aspectos que pueden verse reflejados en unos estándares de calidad en acogimiento residencial, ya que este tipo de intervenciones requiere cubrir todo tipo de necesidades de los niños. Sin embargo, antes de desarrollar este conjunto de criterios e indicadores de calidad, se deben establecer cuáles son las prioridades y los principios a tener en cuenta. Muchos no son únicos de la acogida residencial, sino compartidos con la intervención en la protección a la infancia en general. Este marco más amplio es el que realmente da sentido a estos estándares. A continuación, se presentan los principios de actuación más importantes:

1. El interés superior del niño. Como todas las medidas de protección, la acogida residencial debe estar siempre justificado por ser la intervención que mejor atiende los intereses concretos de cada niño en un momento dado.

2. El derecho del niño a vivir en familia. La Convención sobre los derechos del niño, en el preámbulo, reconoce que el niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión. De este derecho se deducen tres principios de trabajo importantes en la protección infantil:

• La intervención de los servicios de protección a la infancia debe tener como objetivo principal la mejora de las condiciones familiares de los niños en situación de riesgo.
• Cuando sea necesaria la separación del niño respecto ala su familia, se ha estudiar como hipótesis principal la posibilidad del retorno a su hogar familiar o reunificación. Si el objetivo de la intervención fuera esta reunificación, se llevará a cabo un trabajo intensivo y coordinado tanto con los menores como con la familia para lograrlo lo antes posible.
• En los casos en los que la reunificación familiar no sea posible, agilizarán todas las actuaciones necesarias para alcanzar una situación familiar estable y definitiva para el niño, bien sea en términos de adopción o acogimiento permanente.

3. La complementariedad de la acogida residencial. Una vez establecido que el objetivo principal de la protección infantil es restablecer el desarrollo del niño en un entorno familiar de bienestar, la acogida residencial cumple un papel complementario o subsidiario. Se trata de una solución temporal al servicio de un plan de caso la finalidad es la inserción definitiva y estable del niño en un ambiente familiar (sea por retorno en el propio hogar o en una nueva familia).

Los hogares y las residencias de protección, aunque deben diseñarse de modo que reproduzcan un ambiente lo más familiar posible, no pueden constituirse en un sustitutivo permanente de la familia. La estancia en acogimiento residencial tiene siempre una finalidad temporal, con unos objetivos concretos a corto y medio plazo que permitan alcanzar una inserción familiar definitiva.

4. Las necesidades de los niños como eje primordial. El diseño de los programas de acogida residencial, así como los procedimientos que se establezcan para su desarrollo, deben basarse fundamentalmente en su capacidad para cubrir adecuadamente las necesidades de los niños. Estas necesidades deben prevalecer sobre otros criterios como la facilidad de la gestión, el mantenimiento de prácticas y programas tradicionales por motivos de inercia o los intereses de los adultos como trabajadores.

5. El acogimiento residencial como una red de recursos flexible y especializada. Tanto para las grandes diferencias en las edades de los niños a atender, desde recién nacidos hasta jóvenes prácticamente adultos, como por las diferentes problemáticas que pueden presentar (el hecho de ser menores extranjeros no acompañados o jóvenes en transición a la vida adulta, tener trastornos conductuales y emocionales, discapacidad, etc…), es imposible disponer de un programa único capaz de dar respuesta a todas las demandas. Se requiere diseñar una red de acogida residencial con programas que permitan dar respuesta a los diferentes tipos de
Necesidades que se presentan, lo que implicaría que algunos de estos tuvieran un grado de especialización elevado. El objetivo fundamental es conseguir que para cada niño haya una alternativa que cubra convenientemente las sus necesidades específicas.

6. La atención integral, proactiva y rehabilitadora. El acogimiento residencial, como ambiente temporal sustitutivo del cuidado familiar, debe asumir la educación integral del niño con especial atención a sus necesidades afectivas y de relación. Además, en la medida en que el acogimiento residencial se reserva para casos que deben ser separados de su familia por encontrarse en situación de desprotección grave, hay una probabilidad altísima de que los niños hayan sufrido privaciones y situaciones de maltrato grave. En consecuencia, como muestran todos los estudios nacionales e internacionales sobre niños en acogida residencial, hay una gran incidencia de problemas conductuales, emocionales, de rendimiento académico y del desarrollo en general. Algunos de estos problemas obligan a prestar una atención altamente especializada en los hogares de protección y se hace necesario un planteamiento proactivo, de detección temprana de cualquier dificultad que esté obstaculizando el desarrollo adecuado del niño y de la puesta en funcionamiento de los recursos terapéuticos y rehabilitadores necesarios. El tiempo de los niños en acogimiento residencial debe ser una experiencia confortable, de buen trato, de reparación de la confianza en los adultos, pero fundamentalmente de potenciación del desarrollo, lo que implica intervenir sobre cualquier problema u obstáculo que les esté limitando.

7. La participación de los niños y sus familias. La Convención sobre los derechos del niño establece su derecho a participar en las decisiones que les afectan. En los procesos de intervención del sistema de protección infantil es particularmente necesario contar con su perspectiva, dada la trascendencia que tienen estas decisiones para su futuro.

En el desarrollo de los programas de acogimiento residencial, la participación de los niños debe ser un eje central de trabajo, ya que no solamente es un derecho, sino también un objetivo educativo. Como derecho, implica tomar en consideración las opiniones y sugerencias de los niños en el funcionamiento de los hogares, así como en las decisiones que les afectan (por ejemplo, elección de estudios, actividades de ocio, etc…). Sin embargo, la participación debe ser también objeto de trabajo educativo , que genere experiencias de implicación personal , que ayude a desarrollar las habilidades necesarias para su ejercicio e incremente el nivel de participación en la misma gestión de los hogares a medida que se haciendo grandes . Igualmente, las familias, particularmente las que se encuentran en una intervención con fines de reunificación, deben ser escuchadas y alentadas a participar muy activamente en las diferentes fases del proceso.

8. La normalización y la especialización. Se trata de dos conceptos contrapuestos. El primero plantea la necesidad de que los niños en los hogares de protección disfruten de una vida lo más parecida posible a la del resto de los niños que viven con sus familias, tanto en el diseño del ambiente físico como en las rutinas cotidianas y el acceso a los recursos de la comunidad. La especialización, por la su parte, requiere la puesta en marcha de recursos diferenciados, capaces de cubrir necesidades altamente específicas que de otro modo quedarían desatendidas.

En ocasiones, esta especialización supone construir entornos y desarrollar programas con algunas características que los diferencian claramente de un hogar familiar. Tanto la normalización como la especialización son principios necesarios del trabajo en acogimiento residencial. Por una parte, todos los hogares deben diseñarse de forma que los niños experimenten, tanto como sea posible, un ambiente familiar y tengan acceso a los recursos de la comunidad como cualquier otro niño. Sin embargo, algunos programas especializados, como las hogares para adolescentes con problemas conductuales o emocionales graves, necesitarán introducir algunos elementos poco normalizadotes , pero indispensables para alcanzar sus objetivos . Con todo, este tipo de hogares deben esforzarse por conservar el máximo nivel de normalización posible y deben justificar claramente cualquier práctica contraria a este principio en función , exclusivamente, de los intereses del niño .

9 . La transparencia , la eficacia y la eficiencia. Los hogares de protección deben ser recursos transparentes , con prácticas diseñadas en un proyecto educativo que las enmarque en una justificación teórica y una metodología coherente . Han incorporar sistemas de registro de las actividades e incidencias principales que se desarrollen , y monitorizar la evolución de los niños mediante una evaluación continua. Tanto en los hogares de gestión pública como en las de iniciativa privada , la Administración responsable de la protección de los niños debe tener conocimiento directo y actualizado de la atención que se está prestando .

La evaluación de resultados en las intervenciones con los niños debe ser una prioridad , de manera que se consoliden y se desarrollen sólo aquellos hogares y residencias que muestren ser más eficaces y eficientes , particularmente cuando se trate de programas especializados dirigidos a adolescentes con problemas emocionales o conductuales graves , o cualquier otro que aborde situaciones especialmente difíciles .

Estructura de los estándares

Los estándares se han estructurado en cuatro grandes grupos :

1) Los recursos necesarios para desarrollar el programa. En este apartado se introducen dos estándares dedicados a los aspectos físicos (emplazamiento , estructura física y equipamiento ) y los recursos humanos . Suponen el punto de partida de un programa y, como es fácil de imaginar , los recursos humanos son una de las claves más importantes de los programas de acogimiento residencial . Los estándares detallan criterios sobre la calificación , la experiencia y la estabilidad del personal , así como la idea de que un emplazamiento adecuado permite acceder a los recursos comunitarios necesarios y crear un hogar tan familiar como sea posible

2) Los procesos básicos que se llevan a cabo en el programa. En forma de secuencia se detallan los procesos de derivación y recepción- admisión , la evaluación de necesidades , el proyecto de intervención individual , la salida y la transición a la vida adulta y se añade un apoyo a las familias para la reunificación . Se trata de reproducir la secuencia básica desde la decisión de un acogimiento residencial hasta su salida , extendiendo el proceso en aquellos casos de reunificación , el trabajo de apoyo a las familias . En estos procesos se da mucha importancia a la participación de los niños y la familia en las tomas de decisiones .

3 ) Necesidades y bienestar es el tercer bloque y se refiere al concepto amplio de una atención de calidad capaz de cubrir las necesidades de los niños y jóvenes . Este apartado contiene 9 de los 20 estándares totales , ya que son muchos los aspectos que incluye :

Seguridad y protección , respeto a los derechos , necesidades básicas , estudios y formación , Salud y estilos de vida , normalización e integración , desarrollo y autonomía , participación y uso de consecuencias educativas . Mientras que los bloques anteriores suponen la carcasa de los programas residenciales , junto con el cuarto bloque de organización, este tercero se refiere a la forma en la que se debe desarrollar la atención directa , el trabajo del día a día .

Conviene destacar dos grandes aspectos que actualmente se están sometiendo a un debate intenso : las necesidades educativas y las de salud . Respecto a las primeras , la investigación muestra claramente que el nivel alcanzado en los estudios y la formación son los mejores indicadores de la futura integración social de los jóvenes . El hecho es que una gran parte los niños y jóvenes acogidos muestra un rendimiento escolar muy pobre y con una Calificación muy baja y deben invertirse más esfuerzos a mejorar estos aspectos .

Por otra parte, la salud y, particularmente, el bienestar emocional o psicológico son un Otro de los aspectos en los que el grupo acogido en hogares muestra indicadores más preocupantes . Son muchos los casos acogidos que se encuentran en tratamiento psicoterapéutico y sobre el que no sabemos prácticamente nada sobre su evolución y resultados. La coordinación entre los servicios de salud mental y protección infantil es muy necesaria. Adicionalmente , los casos más graves están siendo derivados a programas especializados o terapéuticos , a los que se refiere la otra versión de estos estándares ( EQUAR -E ) .

4) La gestión y la organización es el último bloque y contiene cuatro estándares dedicados a la Gestión del programa , el liderazgo y el clima social , la organización laboral y la coordinación entre profesionales. En el primero, referido a la gestión , se prevé la necesidad de elaborar un buen proyecto socio para el programa , así como otras soportes documentales (memorias , planes anuales , etc. . ) , y llevar a cabo evaluaciones periódicas . El liderazgo se refiere a las figuras de dirección del hogar que resultan decisivas , así como la creación de un buen clima de equipo y de trabajo . También se ha incluido un estándar de organización laboral por la importancia de desarrollar un buen sistema de turnos . Finalmente , la necesidad de una buena coordinación con otros muchos profesionales se prevén el último estándar (los de los colegios , del ámbito sanitario , los servicios sociales, con los terapeutas , etc. . ) .

I. Los recursos
Estándar 1 Emplazamiento , estructura física y equipamiento
Estándar 2 Recursos humanos

II . Procesos básicos
Estándar 3 Derivación y recepción- admisión
Estándar 4 Evaluación de necesidades
Estándar 5 Proyecto de intervención individualizada
Estándar 6 Salida y transición a la vida adulta
Estándar 7 Apoyo a las familias para la reunificación

III . Necesidades y bienestar
Estándar 8 Seguridad y protección
Estándar 9 Respecto a los derechos
Estándar 10 Necesidades básicas materiales
Estándar 11 Estudios y formación
Estándar 12 Salud y estilos de vida
Estándar 13 Normalización e integración
Estándar 14 Desarrollo y autonomía
Estándar 15 Participación
Estándar 16 Uso de consecuencias educativas

IV . Gestión y organización
Estándar 17 Gestión del programa
Estándar 18 Liderazgo y clima social
Estándar 19 Organización laboral
Estándar 20 Coordinación entre profesionales

Cada estándar cuenta con una definición , una explicación breve de su relevancia y un conjunto de indicadores o criterios para evaluar el grado de su cumplimiento .

En total suponen 20 estándares que incluyen 291 indicadores .

La aplicación y la continuidad de los estándares

Una vez puestos en marcha estos estándares , es muy importante su distribución para que sean conocidos por todas las personas interesadas en este sector de la protección infantil . El objetivo de este documento es que sea aplicado por los quienes desarrollan programas de acogida residencial y los interesados leen la evaluación de estas intervenciones.

Nuestro grupo de investigación tiene el compromiso de recoger todas las sugerencias y las iniciativas que se desarrollen respecto a los estándares , dar formación e hiciera evaluaciones con instrumentos adaptados a estos criterios (ya contamos con un sistema de evaluación para ello) .
La idea es que con el paso del tiempo se mejoren y se corrijan los aspectos necesarios .
Con estos estándares nos hemos añadido a un movimiento a favor de la calidad de la atención a niños y jóvenes en acogimiento residencial que ya había producido estándares a muchos otros países .

Tenemos por delante el reto de conseguir consolidar estos estándares y de mantenerlos a lo largo del tiempo con las mejoras necesarias .

8 Referencia de estándares

DEL VALLE, JF ; BRAVO , A.; MARTÍNEZ , M.; SANTOS , I. Estándares de calidad en acogimiento residencial EQUAR . Madrid : Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad , 2013 ( edición en CD ) .

DEL VALLE, JF ; BRAVO , A.; MARTÍNEZ , M.; SANTOS , I. Estándares de calidad en acogimiento residencial
Especializado EQUAR -E . Madrid : Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad , 2013 ( edición en CD) .

Bibliografía relacionada

BRAVO , A.; DEL VALLE, J.F. ( ed. ) Intervención socioeducativa en acogimiento residencial . Santander:
Dirección General de Políticas Sociales , 2009 ( descarregableawww.gifi.es ) .

BRAVO , A.; DEL VALLE, J.F. ” Crisis y revisiones del acogimiento residencial : su papel en la protección infantil” . Papeles del Psicólogo , 30 ( 1) (2009 ) , p . 42-52 .

DEL VALLE, JF ; Sainero , AM ; BRAVO , A. Salud mental de menores en acogimiento residencial . Guía
Para la Prevención e intervenciones en Hogar y Centros de protección de la Comunidad Autónoma de
Extremadura. Badajoz: Servicio Extremeño de Salud , 2011 ( descarregableawww.gifi.es ) .

LÓPEZ , M.; DEL VALLE, JF ; MONTSERRAT , C.; BRAVO , C. Niños que esperan . Estudio sobre casos de Larga estancia en acogimiento residencial . Madrid: Ministerio de Sanidad y Política Social , 2010
( Edición en CD , descarregableawww.gifi.es ) .

Sainero , A.; BRAVO , A.; DEL VALLE, J.F. ” Examining needs and referrals to mental health services for
children in residential care in Spain : an empirical study in an autonomous community ” . Journal of Emotional and Behavioral Disorders.Publicat en línea el 11 de enero de 2013.doi : 10.1177/1063426612470517 .

Sainero , A.; DEL VALLE, JF ; LÓPEZ , M.; BRAVO , A. ” Exploring the specific needs of an understudied group : children with intelectual disability in residential child care ” . Children and Youth Services Review , 35 ( 9 ) (2013 ) p . 1393-1399 .

WHITTAKER , J.; DEL VALLE, JF ; HOLMES , L. Therapeutic residential care for children and youth exploring evidence – informed international practice.London : Jessica Kingsley [ en prensa ] .

Por Jorge Fernández del Valle. Psicólogo de la Universidad de Oviedo

Artículo publicado en el boletín de Infancia núm. 76 – Marzo de 2014 del Departamento de Bienestar Social y Familia de la Generalitat de Cataluña.

*NOTA DE ADENICAT: Adenicat quiere recordar y así se lo hemos citado al autor del artículo la Convención de los Derechos del Niño y especialmente la Ley 14/2010 de 27 de mayo de los Derechos y Oportunidades de la Infancia y Adolescencia de Cataluña, donde dice: Ley 14/2010 DOIAC Artículo 3 Punto 2.

Las administraciones públicas deben desarrollar sus actividades de modo que los niños y los adolescentes sean considerados y reconocidos como ciudadanos de pleno derecho, sin perjuicio de las limitaciones que derivan de la minoría de edad legal.

http://adenicatalunya.wordpress.com/tag/crae/

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