Los juguetes van muy en serio con la sostenibilidad per Marino Ahijado
Gigantes de la industria y nuevas
empresas fundadas por jóvenes abrazan políticas respetuosas con el medio
ambiente como la utilización de plástico procedente de botellas
La sostenibilidad se premia en la
industria del juguete. Literal. La Asociación Española de Fabricantes de
Juguetes (AEFJ) ha incorporado este año tres nuevas categorías en los premios
que celebra. Una de ellas reconoce el mejor de juguete para un mundo más
sostenible –las otras premian la transmisión de valores y el fomento de la
imaginación–. El ganador de la edición celebrada el pasado junio ha sido un
ecoluche cuyo relleno se obtiene del tratamiento de botellas de plástico
sacadas del mar. La empresa se llama Beysal y su responsable de marketing, Lola
de Barutell, dice que el reciclaje lo llevan en su ADN. “Somos jóvenes”,
argumenta. Ella tiene 30 años. La compañía opera desde hace uno.
Cómo reciclar tu juguete
Conoce el contenedor apropiado en
el que depositarlo según el material del que esté hecho. Que sea de plástico no
implica que vaya al amarillo
Contenedor de ropa
Peluche. Si está en buen estado se
aconseja lavarlo y donarlo. De lo contrario, al estar fabricado con materiales
textiles, se debe depositar en el contenedor de ropa.
Disfraz. También se deposita en
este contenedor. El 10% de lo recogido se valoriza (se quema y se aprovecha la
energía generada en este proceso).
Contenedor amarillo
Aunque el juguete sea de plástico
no es un envase. No se debe tirar al contenedor amarillo. Ha de llevarse a un
punto limpio. Si está en buen estado se aconseja donarlo. Cuando se reutiliza
un juguete se deja de emitir 11,89 Kilos de CO2, lo que producen dos coches en
un día, según la fundación Caritas Chavicar.
Contenedor azul
Los juguetes de cartón pero
plastificados no van al contenedor de papel. Se han de llevar a un punto
limpio. Un ejemplo claro son los tableros de juegos de mesa o los puzles con
revestimiento de plástico.
Las cajas de los juguetes que
estén fabricadas solo en cartón se han de depositar en el contenedor azul.
Punto limpio
Las
bicicletas o patines tienen elementos de metal como aluminio, cobre o acero que
pueden ser reutilizados.
Algunos juguetes electrónicos como
las consolas contienen cadmio, mercurio o plomo. Por ello se debe llevar a un
punto limpio para separar los componentes.
Las pilas de los juguetes
electrónicos se deben depositar en el contenedor apropiado. El aparato se ha de
llevar a un punto limpio.
Otros
El programa Terracycle de la
empresa francesa Bic recoge material de escritura como bolígrafos, reglas o
rotuladores. Lo que resulta tras su reciclaje se emplea en la construcción de
mobiliario urbano como sillas y bancos.
“Hay una mayor sensibilidad del
consumidor hacia los valores que promueven los juguetes”, afirma Maite
Francés, del departamento de Marketing de la AEFJ. Según datos de la
asociación, se estima que 2019 cerrará con un gasto medio por niño en juguetes
de 190 euros, en torno a los 10 artículos por niño y año (la media en EE UU es
de 43). Los ecoluches de Beysal representan seis animales marinos por ser
coherentes con la procedencia del material del que están hechos y cuestan 19,99
euros.
Más jóvenes aún, pero con más
pedigrí, son los alicantinos Kadibudoo. Desde Ibi, el epicentro del juguete en
España, han lanzado este año un juego de construcción con bloques de cartón
reciclable. “Reciclable", reitera el fundador Rafa Miró. "La
materia prima reciclada es muy cara. No hay ayudas suficientes para ser
competitivos”, explica. La sostenibilidad la enriquecen con un sobre de
semillas que viene con el juego. “Talamos por un lado. Plantamos por otro”,
explica Miró, que proviene de familia juguetera.
Estudiante de diseño, Miró montó
una imprenta y ha aprovechado sus conocimientos de materiales y artes gráficas
para aplicarlos a estos juguetes sostenibles. El cartón, con el que los niños
se construyen un parapeto o lo que se les ocurra, se obtiene de bosques de tala
controlada. No todo el embalaje que acompaña a estos juguetes procede, en
cambio, de este tipo de árboles. Según la Asociación Española de Fabricantes de
Pasta, Papel y Cartón (Aspapel), el reciclaje de este material aumenta un 10%
en diciembre y enero. En los meses de Navidad se generan 900.000 toneladas de
cartón y papel.
La AEFJ ha desarrollado un
proyecto con el Instituto Tecnológico del Juguete en el que ha entrevistado a
empresas y a consumidores para conocer qué políticas se están llevando a cabo
en estas cuestiones. "El próximo marzo tendrá lugar el primer gran
encuentro sobre sostenibilidad en el sector del juguete", afirma Francés.
El Eco Toy Day (día del juguete ecológico) está previsto que se celebre en
Madrid y va a abordar las nuevas demanda de juguetes sostenibles y los resultados
de Comparte y recicla, la campaña solidaria de recogida de juguetes para
donarlos a entidades benéficas o reciclarlos.
Los grandes se suben al tren
Del mismo tipo de bosques
sostenibles obtiene la madera la juguetera sueca fundada en 1884 Brio, que desde
hace cinco años utiliza este material para sus trenes y balancines. Otro
histórico del sector, Lego, fabricó sus primeros juguetes con madera en los
años treinta del siglo pasado. La empresa danesa incorporó el plástico en los
cincuenta. Un siglo después, para 2030, se ha propuesto que el material con el
que se construyen sus bloques de colores proceda de botellas recicladas o
plásticos de fibras de plantas.
Haba es otra juguetera con solera.
Fundada en Baviera (Alemania) en 1938, ganó el premio de la AEFJ en la
categoría Mejor juguete para experimentar el mundo con un tobogán por el que se
lanza una bola. Construido en madera de haya, la materia prima la obtienen de
los árboles que la juguetera planta en un radio de no más de 50 kilómetros de
la sede. "Nadie lleva mascarilla en la cadena de producción", dice
Mònica González, responsable de Marketing en España, para explicar la ausencia
de tóxicos en la fabricación.
El relleno de esta ballena de
Beysal se obtiene del tratamiento de 13 botellas de plástico recuperadas de los
mares.
La sede en Alemania cuenta con
tejados ajardinados, reciclaje de restos de madera y el uso de energía solar.
"Hay un montón de ISO", justifica en referencia a las
certificaciones que aseguran la seguridad y la calidad de productos y
servicios. González asegura que ahora que la sostenibilidad es una moda -"España
es un país de modas"-, tiene que recordar el compromiso de Haba con el
medioambiente a pesar de ser algo intrínseco en la empresa. Algunos de sus
juguetes de madera llevan en el catálogo desde el nacimiento de la empresa. En
España son conocidos por los juegos de mesa.
No valen todos los colores
La sostenibilidad compromete el
diseño. “Nunca verás unos ecoluches de neón”, afirma De Barutell, que se ha
inspirado junto con sus socios en las empresas de moda comprometidas con el
medio ambiente. Su campaña de comunicación se parece a la de este sector.
Menciona la implicación de influencers. “Pero lo hacen gratis”, aclara. Las
compras de juguetes online superarán en España el 20%, según la AEFJ, formada
por 89 empresas y que representa el 64% de la facturación del sector. Lejos del
40% de Alemania y Reino Unido y del 30% de Francia.
De Barutell cuenta que los diseños
de sus juguetes no son rimbombantes sino minimalistas, con tintes y colores
sencillos. Cada peluche informa en el embalaje del número de botellas que se
han recuperado del mar para fabricar su relleno. Beysal vende a Chile,
Colombia, Perú y México, y a países del norte de Europa. Las exportaciones
supondrán el 37,5% de la facturación, que alcanzará los 1.600 millones de
euros, según las previsiones de la asociación juguetera. El volumen de ventas
equivale al presupuesto en sanidad de Asturias del año pasado.
Los que están en otra parte del
rosco de la economía circular son los belgas ecoBirdy. Transforman juguetes
reciclados en mobiliario infantil como mesas y sillas. "El diseño de
las piezas sería completamente diferente si no utilizaramos el plástico de los
juguetes", afirma Vanessa Yuan, una de las fundadoras, por email desde
Antwerp (Bélgica). No se trata de una ocurrencia compartida en Pinterest. Sus
mesas y sillas y otros artículos de diseño han obtenido seis premios y se
muestran en siete exposiciones de sendas ciudades europeas. La Nau, centro
cultural de la Universidad de Valencia, exhibe su obra hasta el 22 de
diciembre. EcoBirdy se sirve de nuevas tecnologías para la recuperación del
plástico. No tienen necesidad de utilizar resinas ni pigmentos en la
construcción de su colección.
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